jueves, 1 de junio de 2017

Escenas Míticas: Saga Alien - Alien Resurrection




   En mi opinión, es la peor de toda la saga y no la tercera parte, como defendí la semana pasada, y como parece asumido por todos los seguidores. No obstante, forma parte de este ciclo y también analizaré sus aspectos positivos, que los tiene, ya que, al fin y al cabo, tiene el mérito de haber propuesto algo diametralmente diferente a lo expuesto en sus predecesoras.




   El primer y más notable cambio, y sobre el que giran todas las novedades de esta secuela, fue la elección del director. Tanto Ridley Scott como James Cameron y David Fincher contaban con un escaso bagaje anterior a sus participaciones en la saga. Sin embargo, Jean Piere Jaunet ya contaba con varias películas de cierto valor para la crítica como “Delicatessen” o “La ciudad de los niños perdidos”.



   Y que tenía en común su obra anterior. Pues, sobre todo, no poseer elementos de ciencia-ficción por ninguna parte, si algunos de fantasía. Prueba de ello es de que tras su incursión con “Alien resurrection”, dirigió “Amelie” y nunca más ha vuelto a este género.



   Tampoco es que fuera la primera opción el francés. Se consultaron directores como Danny Boyle, Peter Jackson y Bryan Singer. Cualquiera de ellos, además de una lista de unos veinte o más alternativas que se me ocurren así de carrerilla, hubiera sido mejor elección. Y me es imposible no lamentarme al imaginarme qué clase de película podrían haber firmado esos tres.



   Pero fue finalmente Jeunet y vamos a analizar que aportó.  Principalmente le dio un tono absolutamente distinto, mucho más cercano al formato del comic, del cual era adepto. Su sociedad con Joss Whedon, que escribía el guión y que compartía ese gusto por la visión del cine como comic, terminó de confirmar esa tendencia en el film, no en vano, Whedon acabó dirigiendo posteriormente las dos primeras partes, hasta hora, de “Los vengadores” para la Marvel.



   No se acaban ahí las innovaciones. Una de las más llamativas fue la inclusión de un componente de humor (negro) bastante acusado. De hecho, la película podría tomarse como una especie de homenaje gracioso pues nunca llega a tomarse en serio a sí mismo.



   No me gusta nada la parte final, pero he de reconocerle a Jeunet su valentía a la hora de llevarlo a cabo y su coherencia con la línea tomada con el film desde el principio. No deja de ser un atrevimiento bastante original con el segmento de desenlace totalmente bizarro. No hay que olvidarse que esta cuarta parte es, sin duda, la más sangrienta y hasta gore de toda la saga.



   No obstante, en mi opinión, es un auténtico despropósito que raya en el disparate casi ridículo. Una ida de olla que no cuadra con lo que representa esta saga. Pero bueno, argumentalmente el dúo Jeunet/Whedon abordaba temas como la clonación, la confirmación de los intereses militares de la compañía Weyland ahora Yutani (200 años después) y tomaba un punto medio, en el número de aliens, entre las propuestas de Scott y Fincher, como uno solo, y la de Cameron, con toda una colonia; tomando poco más de media docena de xenoformos.



   Sigourney Weaver por su parte volvía a estar soberbia, más si cabe todavía, con un rol cercana al de una superheroína de comic a lo X-Men. En el reparto la acompañaban esta vez sorprendentemente Winnona Ryder, Ron Pearlman, Brad Diorif, Dominique Pinon, Michael Wincott y Dan Hedaya. Todos buenos secundarios.

   Solo terminar diciendo que la película contiene una de las mejores secuencias de la saga y la única en medio acuático, con los aliens buceando en una persecución. Que la escena del baloncesto no tiene ningún trucaje y es totalmente real. Y que la versión extendida, con apenas diez minutos extras presenta un epílogo en una Tierra devastada. Se invirtieron 75 millones y lograron 160, lo que confirma que el balance de “Alien 3” fue mejor.

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