martes, 1 de agosto de 2017

Escenas Míticas: Stephen King - Carrie 1976




   Se avecinan dos platos fuertes relacionados con el maestro literario del terror, dos películas basadas en sendas novelas del escritor y no precisamente cualquieras: "La torre oscura” y el remake (muy necesario) de “It (eso)”. Es de justicia que le dediquemos un ciclo especial dado el alto número de adaptaciones que han tenido sus obras para la pequeña y gran pantalla.




   Sin embargo, ni mucho menos, todo lo que se ha adaptado de Stephen King es lo mejor de su trabajo ni dichas adaptaciones tienen la calidad necesaria. Por supuesto, repasaremos las que, a mi entender, son mejores, que no son pocas tampoco. Y como no, vayamos a la génesis, a donde todo comenzó, cuando en 1974 publicó “Carrie”, y tan solo dos años más tarde, Brian de Palma la convirtió en película y en una de las más icónicas y clásicas del genero del terror.



   Y paradójicamente, a punto estuvo de no ocurrir, pues Stephen, insatisfecho por el resultado de lo que había escrito, tiró el borrador de la novela a la basura, de la cual lo rescató su esposa y tras su lectura, convenció al escritor para que la revisara y la sacara adelante.



   King se inspiró en dos alumnas que, por supuesto, compartían rasgos con Carrie, es decir, personas retraídas y marginadas, con una educación maternal marcadamente religiosa (al menos una de ellas) y que les auguraba un futuro siniestro, como desgraciadamente se confirmaría. Es por ello por lo que la historia se mueva más en el terreno dramático y trágico que en el terrorífico.




   Sin duda, Carrie es uno de mis personajes favoritos, si no el que más, ya no solo del universo King sino del cine en general. Me da igual en que versión la vea, empatizo de forma arrolladora con ella. Quizá por ello también lo haya hecho con la Hanna Baker de la serie televisiva “Por trece razones”. Se podría pensar que la razón es que yo hubiera sufrido, al igual que ellos, bullying, pero lo cierto es que no fue así. Tal vez si me quedara la espina de haber ayudado más a aquellos que si eran víctimas de él.



 O puede que porque el bullying es uno de los virus más graves que sufre nuestra sociedad y que sus efectos son los gérmenes de gran cantidad de actos y personalidades violentas. De hecho, Stephen King se adelantó, no sería la única vez, a las explosiones de ira ocurridas en institutos y universidades en forma de matanzas sangrientas o indiscriminadas por parte de adolescentes que también podrían ser como Carrie, como Columbine, Virginia y, por desgracia, muchos más.



   El caso es que la productora United Artist no tenía demasiada confianza en el proyecto y destino un presupuesto más propio de una película de serie B, unos exiguos 1.8 millones de dólares. Sin embargo, el film caló bien hondo en el público y la convirtió en un éxito de la época con 33 millones de recaudación, es decir, unas quince veces invertido. Para colmo, las críticas fueron mayoritariamente positivas, e incluso, sus dos actrices, Sissy Spacek y Piper Laurie fueron nominadas como actriz principal y de reparto respectivamente, por sus excepcionales interpretaciones. Aún hoy “Carrie” figura entre las películas que más se ven en Halloween.



   Supuso el lanzamiento, con distinta suerte posterior, de varios de sus intérpretes. Como fueron los casos de John Travolta, Nancy Allen (repetiría con De Palma en “Vestida para matar” e “Impacto” con Travolta), Amy Irving (llegó a estar nominada por “Yentl”), William Katt (mereció mejor fortuna que solo la carismática serie “El gran héroe americano”). Me dejo para el final lo mejor. El duelo interpretativo de Piper Laurie y Sissy Spacek fue antológico, que desde 1961, en “El buscavidas” no había trabajado (Laurie), en la cual también había sido nominada y volvería a hacerlo en “Hijos de un dios menor”. 




   Lo de Sissy Spacek merece un aparte. Al parecer, De Palma y George Lucas hicieron un casting conjunto para “Carrie” y “La guerra de las galaxias”. Hay rumores que se quería a Carrie Fisher para “Carrie”, que después se desmintieron. El caso es que Sissy Spacek se presentó totalmente cubierta de algo parecido a sangre y realizó una prueba tan impactante que, al terminar, un boquiabierto Brian De Palma dio por terminada la audición diciendo “ya tengo mi protagonista”. Spacek nos dio una Carrie maravillosa en una interpretación perfecta y que quedó para la historia. Posteriormente recibió el Oscar por “Quiero ser libre”, además de otras actuaciones memorables.

   La secuencia de baile es el éxtasis estilístico y artístico donde De Palma dejó muestras de su cine, como la pantalla partida, la cámara lenta, la fotografía, la música de Pino Donnaggio (que sustituía al fallecido Bernard Herrmann, “Psicosis”). Además, la película posee uno de los sustos más brutales que me he llevado, en su epílogo.

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