jueves, 19 de octubre de 2017

Escenas Míticas: Androides - Ex-Machina





   Sin duda alguna, está en la lista de películas directamente descendientes de la gran madre de todas las que combinan androides e inteligencia artificial, “Blade Runner”. Pero quizá sea una de sus alumnas más aventajadas, y eso que es relativamente reciente, 2014, por ir un par de pasos más allá en cuanto a profundidad que sus compañeras imitadoras del ya clásico de Ridley Scott.




   Hay similitudes más que evidentes. De hecho, consiste en la construcción y, sobre todo, perfeccionamiento en una IA, a base de someterla al test de Touring, lo que puede recordar bastante a los test que aplicaba Rick Deckard (Harrison Ford) de actitud y respuesta emocional para descubrir replicantes. Lo curioso es que aquí, lo que se pretende es entrenar es IA para burlar cualquier test y no ser detectado.



   Es por aquí donde “Ex machina” empieza a tener su identidad propia. Donde plantea dilemas morales, éticos y, en mayor parte, lógicos. Es decir, diseñar una maquina tan perfecta como para, no solo engañar, sino superar al propio ser humano, y con ello, poner en tela de juicio nuestra propia existencia, no parece la mejor idea.



   Hay una premisa en ciencia, y más concretamente en tecnología, si podemos hacerlo se hará. Pero quizá deberíamos pensar en si debemos. Claro que el avance tecnológico es tan imparable como para quizá incluso implicar que nosotros mismos creemos a nuestro ejecutor. De hecho, en la película se plantea que la IA puede ser y será el siguiente paso evolutivo de este planeta, que deje a la humanidad como seres primitivos.



   Porque la era de los robots, apenas unos meros autómatas, ya pasó para dar turno a las inteligencias artificiales, diseñados para evolucionar por sí mismas, y que de tomar conciencia de sí y tomar como objetivo principal la preseveración de su propia existencia o el simple deseo de vivir, a través del aprendizaje del ser humano como modelo, puede ser lo realmente peligroso. En el film, cuanto más toma de los hombres más manipuladora y conspiradora se vuelve.



   Todos estos dilemas se encuentran perfectamente desarrolladas en el argumento, en una clara apuesta por la ciencia-ficción reflexiva y filosófica más que en la acción, que si tiene toques de fábula de terror. ¿Pues acaso no son los androides los monstruos de Frankenstein de la era moderna?



   El artífice de todo ésto es Alex Garland, que encima debutaba en la dirección pero que como escritor es autor de obras muy interesantes. Como, por ejemplo, la novela “La playa”, adaptada por Danny Boyle y con quien además trabajó como guionista en “28 días después” o “Sunshine”. Otros guiones destacados escritos por Garland ha sido el de “Nunca me abandones “y “Dredd”. Por el de “Ex machina” fue incluso nominado al Oscar. No lo consiguió, pero el film si logró el de efectos especiales.



   El trío protagonista está especialmente inspirado, formado por Domhnal Gleeson, Jason Isaacs y Alicia Vikander. Mención más recalcada para ésta última, que lanzó a la actriz sueca, consiguiendo varios premios por su actuación. Un año más tarde lograría el oscar como actriz de reparto por “La chica danesa”. Después participó en “Jason Bourne”, Operación Uncle” y ahora encarnará a la próxima Lara Croft.



            La película obtuvo excelentes críticas y reconocimientos. Costó tan solo 15 millones de dólares y obtuvo 36 en taquilla, que con la escasa promoción que tuvo no está nada mal.

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